Carlos Apablaza Baschmann (1984, Santiago de Chile) realiza encargos personalizados de retratos de animales y/o personas en pintura. Hace más de 15 años ha exhibido su obra dentro y fuera del país como artista visual y gestor cultural. Y hace 7 años ha ejercido pedagogía en jardines infantiles y escuelas públicas en Acciona, un programa de educación artística del Ministerio de las Culturas, que busca democratizar el acceso y goce de las artes a estudiantes en contexto de vulnerabilidad. También ha realizado proyectos de pintura mural en galerías de arte, publicidad, televisión, cine, Ex-penitenciaria de Santiago e Instituto psiquiátrico – Unidad de sobreseídos. Actualmente es atelierista del equipo de jardines infantiles del área de educación de la Corporación municipal de Renca.
¿Qué te gusta hacer?
Me gusta dibujar y pintar, pero se hace significativo cuando estas experiencias se comparten con los demás, pedagógicamente me gusta enseñar arte porque estudiantes me enseñan de vuelta, y eso es educar, validarnos compartiendo conocimientos, no busco formar artistas sino colaborar en el desarrollo de seres humanos conscientes, empáticos y sensibles. Me gusta reutilizar material de desecho o la mal llamada basura para cuidar el medio ambiente y economizar recursos, pintar con tintes vegetales de la cocina si no tenemos témperas. Debe haber ética antes de una estética.
Qué visión/manifiesto atraviesa tu obra?
Desde hace 8 años he desarrollado una labor de retratista de animales y personas, dónde me caracterizo por la escucha. Las personas cuando me contactan por un retrato, me comentan la situación emocional que los vincula, la mayoría de las veces son seres vivos que ya no existen en este plano, entonces los ayudo a fijarlos en un plano pictórico que resuma y enaltezca el amor, porque al final es eso lo que simboliza mi obra, el recuerdo eterno de un amor fraterno biodiverso, por la compañía y el cuidado, experiencias de vida que marcan, ciclos y ritos. Es un homenaje, es recordar, es crear memoria.
Te refieres a algún público? cuál?
Trabajo con todo el universo de públicos, los encargos de retratos vienen de personas de las villas más humildes de comunas periféricas hasta incluso una ministra de Estado. La pintura ha acompañado al ser desde las cavernas, es uno de los tantos lenguajes expresivos que vienen en nuestro ADN. Se demuestra en como las personas que no necesariamente tienen estudios o conocimiento de teoría del color, pueden rebatirme la tonalidad que estoy ejecutando en su encargo, con total seguridad sin vergüenza ni complejos, y eso lo encuentro demasiado satisfactorio, escuchar con respeto, es permitirles hacer cultura, es validar su mirada, su percepción, el artista es sólo un medium. Algo a lo que no estamos acostumbrados en nuestra idiosincrasia de educación academicista que capitaliza las artes. Quizás tengo esta política laboral porque nunca terminé mis estudios en la universidad, me fui formando con las personas en el haciendo colaborativo. En fin, todo individuo de un público tiene alguna historia con el arte, no hay que subestimar a nadie.
Cuál ha sido tu obra favorita realizada?
Realicé un retrato para el músico Andy Butler del proyecto Hercules and Love Affair. Cuando tocó la última vez en Chile, me invitó al concierto y para agradecer el gesto le propuse que hiciéramos un retrato de sus gatos. En backstage conversamos de las características de sus animales y ahí en esa conversación fuimos consensuadamente dibujando en nuestras mentes la escena. Y así fue como llegamos a establecer que el gato iba ser un pintor de la corte de una gata monarca, por primera vez pintaba un retrato dentro de un retrato (¡boom!). Luego enmarcarla y realizar la tramitación de timbraje y documentación en el Museo Nacional de Bellas Artes para sacar la obra del país y enviarla a Bélgica, dónde Andy reside actualmente. Fue una experiencia muy gratificante como artista latino contemporáneo.
Qué exposición/obra hizo quiebre en ti?
La ya mítica exposición LOS NO MÁS CLAVOS del año 2007, dónde junto a Consuelo Cortez de Lápiz y Papel, autogestionadamente realizamos una importante exhibición de arte joven, dónde convocamos a artistas estudiantes de las distintas escuelas de arte -y también autodidactas- a mostrar su mejor obra de arte que habían realizado hasta esa fecha. La iniciativa nace porque no habían lugares ni instancias de las instituciones culturales que permitieran la difusión y exhibición de obras de artistas no consagrados emergentes. Cumplimos en demasía la meta y colaboramos en re-diseñar las reglas del juego para siempre. La gran enseñanza fue que la unión hace la fuerza, el poder colectivo independiente remece los cimientos, hay que cuestionar toda practica constantemente.
Qué potencial y dificultad ves al trabajar en Chile?
El gran potencial es que hay mucho que hacer aún, es sólo ponerse a conversar, observar, vincular y transformar. Estamos viviendo un momento histórico que no debemos desaprovechar. La gran dificultad es la precarización del rubro y maltrato laboral, pocas iniciativas de sinergia artística multidisciplinaria.
Qué obra o proyecto te gustaría realizar próximamente?
Me gustaría concretar una exposición de lenguajes expresivos en educación de primera infancia,que evidencie la mirada adultocentrista de la sociedad, de cómo subestimamos la infancia, que coarta su mirada honesta y amorosa de ver el mundo, de cómo ven las relaciones entre las personas y su entorno natural. Una infancia digna y feliz es la misión. Me la imagino en el Museo de la Educación del barrio Yungay.
Qué crees que sigue?
Hay mucho que desarrollar en Chile, ya que hay una separación de las artes y las culturas con la educación. Los artistas junto con todos los profesionales acordes deben diagnosticar grupos sociales que generan nuestra red relacional, conocerlos y co-diseñar nuevas estrategias de aprendizaje, identidad y memoria, que sean eco-sustentables, que nos hagan pensar y compartir cómo queremos redactar nuestra nueva carta magna. En nuestro pueblo existe esa necesidad, tenemos muchas carencias de autoestima creativa, de colaboración y de confianzas, tenemos una gran labor que realizar hoy. Son los artistas los que deben adaptarse al contexto que te toca, no arrancar al primer mundo, por dinero y oportunidades, quizás ir y volver, pero hay que retribuirle a la tierra de dónde brotaste. La gran enemiga es la Constitución creada en dictadura y ratificada en esta democracia cómplice de atropellos sistemáticos a los derechos fundamentales. Hay que empoderar a Chile desde la educación artística y emocional.
Carlos Apablaza Baschmann (1984, Santiago de Chile) < 3
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